Tahona 15

Feria y fiestas de herencia en 1935: religiosidad, tradición y música

La feria y fiestas de Herencia, celebradas del 24 al 26 de septiembre de 1935, fueron un reflejo de la identidad y el espíritu de la localidad. El eje principal de la festividad era la celebración en honor a la a la virgen de Nuestra Señora de Las Mercedes en el convento de los Padres Mercedarios. Esta celebración estaba marcada por un carácter solemne y religioso, que se combinaba con un ambiente festivo.


En el vídeo podemos observar una gran animación y participación por parte de todos los vecinos. En los bares, especialmente el Círculo agrario y el casino, en la suelta de globos, en el escenario para el teatro “Miss Gladys”, la banda Municipal de Música que anima la fiesta desde la Plaza de la Constitución y los vecinos paseando entre los puestos…


En el siguiente video te proponemos un viaje en el tiempo para contemplar los momentos que se capturaron durante esos días de fiesta en Herencia.

La Feria de Herencia en 1935 fue un verdadero acontecimiento social y cultural, como cada año, cuando el pueblo se volcaba en una celebración marcada por la alegría y la tradición. Según el acta del pleno del 18 de septiembre de aquel año, el Ayuntamiento confió, bajo la concejalía de Telesforo Martínez Novoa, la organización de todos los eventos a la Comisión Municipal de Festejos con el objetivo de dar el máximo esplendor a la feria. Los días festivos se declararon el 24, 25 y 26 de septiembre, días que curiosamente coincidieron con martes, miércoles y jueves. Los gastos, tras su aprobación, se sufragaron con cargo al presupuesto municipal.

IMAGEN ACTA PLENOS DEL AYUNTAMIENTO 18 SEP 1935
Acta plenos del ayuntamiento 18 de Septiembre de 1935

La Devoción a Nuestra Señora de las Mercedes

El epicentro espiritual de la festividad fue la solemne Novena dedicada a Nuestra Señora de las Mercedes, celebrada en el Convento de los Padres Mercedarios. La prensa de la época destacaba el gusto artístico con el que se decoraba el altar mayor, donde luces y flores se combinaban cuidadosamente para ensalzar la figura de la Virgen.

Cada noche, el templo se llenaba de fieles que acudían atraídos por la devoción y las emotivas palabras del predicador, el R.P. Javier M. de Castro. Sus sermones, impregnados de fervor religioso, abordaban temas como la familia, la fe y los valores cristianos. Además, la participación de las niñas del Benjaminato de Acción Católica, que cantaban con animación y arte, aportaba un toque especial a la novena.

El momento culminante fue la procesión en honor a Nuestra Señora de las Mercedes, para la cual los habitantes preparaban con esmero ornamentaciones y detalles, reflejando el profundo arraigo de esta tradición en la comunidad herenciana.

Como dato curioso, hemos encontrado en una publicación de 1928 en el periódico El Pueblo Manchego un artículo que habla sobre las celebraciones en honor a la virgen, y en especial de cómo durante la procesión antes de volver al convento de los PP Mercedarios pasaban a la virgen a la Iglesia Parroquial donde se le cantó una salve, y acto seguido continuó la procesión dirección al convento.

Durante estos tres días de fiesta, la Plaza de la Constitución se transformaba en el escenario principal de la actividad. La plaza combinaba el bullicio del mercado tradicional por las mañanas (vemos puestos de carne, melones etc), con la alegría de las atracciones, ofreciendo una experiencia única tanto para los vecinos como para los visitantes. Como se puede ver en las cintas, entre las atracciones más destacadas estaban la noria para los niños, la tómbola y los numerosos puestos que ofrecían accesorios y productos locales, desde dulces típicos hasta telas y pequeños recuerdos. Los bares y locales de la plaza abrían sus puertas para recibir a familias y grupos de amigos, que se reunían para compartir momentos de alegría, disfrutar de la comida típica y escuchar a la Banda Municipal de Música.

Uno de los elementos más destacados de la feria fue la exhibición de fuegos artificiales, que iluminó la noche del 24 de septiembre, llenando de luz y color el cielo de Herencia. Para esta actividad, el Ayuntamiento contrató al reputado pirotécnico local Rafael Caravaca, quien recibió 85 pesetas por su trabajo, una suma considerable para la época. A su vez, se contó con la colaboración de Manuel Fernández Montes, quien se encargó de la colocación de los castillos pirotécnicos, recibiendo 16 pesetas por sus cuatro jornadas de trabajo.

Otro atractivo que marcaba las noches de feria era la realización de veladas cinematográficas al aire libre. Estas sesiones, a cargo de José Beteta Ropero, fueron financiadas con una cuantía de 300 pesetas, y se convirtieron en un punto de encuentro y disfrute colectivo para los vecinos. Según documentos y notas de prensa de años anteriores, estas proyecciones se llevaban haciendo desde 1924 y exhibían principalmente cintas cómicas.

En definitiva, la feria de 1935 no solo fue una muestra de la riqueza cultural y social de Herencia, sino que también destacó por su capacidad para reunir a los vecinos en torno a las actividades cuidadosamente planificadas.

La Banda Municipal de Música

La Banda Municipal de Música de Herencia fue un eje central de las festividades de 1935, aportando un ambiente vibrante con sus actuaciones en plazas y calles. Bajo la dirección de D. José Cabañero García, la banda no solo enriqueció los momentos festivos, sino que también representó un símbolo de identidad cultural para la localidad.

La banda operaba bajo un reglamento estricto que aseguraba su profesionalidad y organización. Los músicos ofrecían conciertos dominicales y en días festivos en la Plaza de la Constitución, siempre que las condiciones climáticas lo permitieran. Además, el Ayuntamiento promovió su desarrollo invirtiendo en trajes, instrumentos y material, además de garantizar un sistema de gratificaciones que reconocía la dedicación de los músicos.

En 1935 el Ayuntamiento de Herencia destinó un presupuesto significativo para mantener y mejorar la calidad de la banda. Los gastos se agruparon en varias áreas:

  • Obras musicales: a lo largo del año, se adquirieron composiciones musicales a diversos proveedores, como la Unión Musical Española de Madrid, Antonio Carmona Reverte (Madrid) y Manuel Bellido (Bilbao). En total, se destinaron 300 pesetas (705,87 € actuales) para enriquecer el repertorio musical.
  • Instrumental y material: el instrumental y los efectos musicales representaron una de las mayores inversiones del año. La compra de instrumentos a la casa A. R. Parramon de Barcelona, junto con otros suministros de empresas como los Sres. Garijo, Menéndez y Respaldiza, tuvo un coste total de 2.897 pesetas, (6.819,48 € actuales) incluyendo los portes por ferrocarril.
  • Uniformes y equipamiento: los trajes para los músicos, encargados en 1934 al Sr. Valentín Sánchez de Leganés, se confeccionaron a un coste de 60 pesetas por unidad. Aunque esta inversión comenzó el año anterior, la banda continuó asegurando su mantenimiento en 1935. En septiembre, se aprobó la adquisición de un armario para guardar los uniformes, con un coste final de 58,90 pesetas (138,84 € actuales).
  • Gratificaciones y sueldos: los músicos recibieron gratificaciones periódicas según su desempeño, bajo la supervisión del director de la banda y con la aprobación del Ayuntamiento. En total, se destinaron 1.267,50 pesetas (2.987,03 € actuales ) para gratificaciones y sueldos, distribuidos entre los participantes según su labor y contribución a las funciones.
  • Reparación y Otros Gastos: se incluyó una partida de 17,70 pesetas (41,71 € actuales) para reparaciones de instrumentos y otros gastos menores relacionados con la banda.

La Banda Municipal no sólo ofreció conciertos en la Plaza de la Constitución durante la feria, sino que también participó en eventos solemnes como la procesión de la Virgen. Su música animaba las calles, creando un ambiente festivo para disfrute de los habitantes de Herencia y los visitantes.

Con un presupuesto total de más de 4.500 pesetas (10.608,67€ actuales) en 1935, la Banda Municipal de Música no solo destacó por su calidad musical, sino también por el compromiso colectivo que reflejaba el apoyo del Ayuntamiento y la comunidad hacia esta institución cultural clave en la vida de Herencia.

Banda de música
Banda de música

Jose Cabañero Garcia, el gran músico que marcó a Herencia

José Cabañero García, destacado músico y compositor manchego, dejó huella en la historia cultural de Herencia y su entorno. Natural de Villarrubia de los Ojos, su trayectoria profesional estuvo marcada por su pasión por la música y su capacidad para enriquecer las tradiciones locales a través de su talento.

 

Desde temprana edad, Cabañero mostró un profundo interés por la música, lo que lo llevó a integrarse en la vida musical de su comunidad. En 1934, asumió la dirección de la Banda Municipal de Música de Herencia, destacándose por su energía y habilidades organizativas. Bajo su liderazgo, la banda experimentó un crecimiento notable, adoptando un programa ambicioso que incluía conciertos en eventos clave, como las Ferias y Fiestas locales, y presentaciones en el Teatro Cervantes.

 

Además de su labor como director, Cabañero realizó importantes aportaciones como compositor. Su creatividad lo llevó a publicar numerosas obras musicales, destacando entre ellas su conocida composición de 1950, «Marcha Triunfal», que reflejaba el espíritu y orgullo manchego. Esta obra, disponible en la Biblioteca Nacional de España, subraya su versatilidad y compromiso con la promoción de la música regional. Puedes acceder a sus publicaciones y obras en este enlace a la Biblioteca Nacional de España.


En las notas de prensa de la época, como la publicada en El Pueblo Manchego en 1931, se resalta su labor pedagógica y la manera en que contribuyó a formar nuevos músicos. Su trabajo no solo fortaleció el prestigio de la banda municipal, sino que también consolidó la música como un elemento central de la identidad cultural de Herencia.


La influencia de José Cabañero García trasciende las décadas, pues su legado permanece vivo en la memoria de quienes disfrutan de las melodías que alguna vez llenaron las calles y plazas de la región.

IMAGEN LIBRO JOSÉ CABAÑERO
LIBRO JOSÉ CABAÑERO
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